domingo, 9 de octubre de 2011

Cada día será un poco más ayer.

¿Quien no dijo alguna vez que queríamos volver a ser niños, hacer cosas de niños o pensar como ellos? Todos, pero todos, deseamos en alguna ocasión volver a ser infantiles. Cosas que ya no podrás hacer y que sabes que eran un tesoro, ahora ya perdido. Esa sensación de empezar un primer día a un lugar desconocido, a un sitio dónde todos son extraños y ver miles de niños como tú corriendo por ahí, despreocupados... El primer "Hola, ¿quieres ser mi amigo?" o "¿Puedo jugar?" y que la contestación sea "Claro, vamos a buscar piedrecitas como éstas" o "La pelota no es mía y además ya estamos justos". Esas pequeñas cosas que en cierto modo influirán en el futuro. Jugar al escondite despreocupándote de todo cuanto existe, desenterrar un tesoro, corre que te pillo, relacionarte con todo el mundo sin preocuparte de como, de dónde o quien sean, el mítico amor de 3 años sin tener sentimiento alguno, pero aún así, el que recordarás para siempre... No estudiar, no trabajar, no extresarte, no pensar en nada más que cómo dibujo el color de la piel del monigote sin saber si escoger naranja o carne. Y todas esas cosas mínimas, algún día te darás cuenta de que eran lo mejor que te podían haber pasado nunca, siendo así, la base de tu vida. 

~Cumpliría un año menos y al soplar daría fuego a las velas que pusiste en el pastel. Desde hoy, creceré hasta que nací.

sábado, 1 de octubre de 2011

Hoy es un día de esos de la cama infinita y el café oxidado de ayer..

Dormiré entre diamantes para desayunar siempre solo, que el silencio es ahora un buen amante para escuchar.


Black&White