viernes, 31 de diciembre de 2010

P.

Dijo amor mío, de eso estoy seguro. No lo he soñado, o eso creo. Aunque si se piensa bien es muy natural: su reino ha sido conquistado, no posee nada en el mundo, no tiene a nadie que la proteja... Me necesita, lo percibo en su forma de mirarme...
Solo tendría que cogerle la mano para que fuera mía.
Pero... ¿por qué estoy hablando solo?

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