Cambiar un -No me creo nada- por -Te quiero chabal-.

A veces piensas, sueñas despierto e incluso, te mantienes despierto durante toda la noche pensando. Piensas en posibles cuentos de princesas y principes, y cuando de verdad te das cuenta de que esas cosas solo son gilipolleces, abres los ojos y ves que tu verdadero cuento es la vida real. La princesa es esa persona que siempre te habla por las noches, que te cuenta sus problemas e incluso te confiesa sus desamores. 

Esa es la princesa, y no la estúpida maqueta de la chica con un largo vestido rosa o blanco, corona, y una larga melena rubia. Las verdaderas princesas de la vida son a las que tú pones la corona, y a las que tú acompañas al baile sin saber que puedes acabar a las doce de la noche esperando en su portal abrazados, y aunque estés a cero grados no te importa, porque su presencia te da el suficiente calor como para soldarte a ella y no separaros nunca.